Los mosaicos romanos son fáciles de descubrir para losarqueólogosy hasta el momento su número es muy elevado, pero presentan una gran dificultad de conservación. El lugar idóneo parece ser que está en losmuseosdonde el cuidado, la limpieza, temperatura, humedad, etc., se hallan a su disposición, pero el problema está en el espacio que se necesitaría para almacenarlos de manera merecedora.
Los mosaicos eran para los romanos un elemento decorativo para los espacios arquitectónicos. Llegó a ser un arte tan apreciado y difundido que en elsiglo IIIel emperadorDioclecianopromulgó undecretoen el que estableció el precio que los artistas podían dar a sus obras, según los grados de calificación previa. Cuando en el año330el emperadorConstantinotrasladó la capital del Imperio romano de Oriente aBizancio, otorgó bastantes facilidades y favoreció el éxodo a los maestros griegos y romanos fabricantes de mosaicos (llamadosmosaistas). En Bizancio el arte del mosaico se unió con la tradición oriental y dio lugar a una evolución que se distinguió sobre todo por el uso muy generalizado de grandes cantidades deoro.
El mosaico romano es considerado como unapinturahecha de piedra. Es un arte que vive de la pintura en cuanto a temas se refiere. Los asuntos de un mosaico no tienen identidad propia, son los mismos que pueden encontrarse en la pintura, pero se diferencia de ella en que la perspectiva es falsa y forzada. Su inspiración está en los dibujos de lostapicesde los tejidos y de la obra pictórica.
Para fabricar un pavimento hecho de mosaico seguían una serie de pasos que con el tiempo se fueron perfeccionando. El lugar de fabricación era un taller especial. Allí lo primero que se hacía era diseñar elcuadroy este trabajo tomaba el nombre deemblema(palabra esdrújula), voz tomada del griego que viene a significar "algo que se incrusta en". Después de haber diseñado el cuadro se hacía una división de acuerdo con el colorido. Se sacaba a continuación una plantilla enpapiroo en tela de cada una de esas parcelas divididas y sobre dicha plantilla se iban colocando las teselas siguiendo el modelo escogido con anterioridad. Las teselas se colocaban invertidas, es decir la cara buena que luego se vería tenía que estar pegada a la plantilla. Cuando este trabajo estaba terminado, los expertos lo transportabanin situpara que el artista concluyera allí su obra.
Pero antes de colocar las teselas había que preparar bien el suelo para recibirlas. Esta era una labor muy importante que requería experiencia y habilidad. En primer lugar se allanaba hasta conseguir que fuera horizontal pero con una inclinación suave y calculada que facilitase el deslizamiento del agua hacia los sumideros. El suelo tenía que ser firme y estable pues una leve rotura de una sola tesela podía conducir a la degradación de toda la obra. Los eruditos y arqueólogos encontraron un claro ejemplo de cómo se podía llevar a cabo esta construcción en el famoso mosaico deAlejandro Magnoencontrado en laCasa del FaunoenPompeya(Nápoles, Italia). El firme para recibir finalmente las teselas estaba así constituido.
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